Arequipa en el corazón, la Guay en el alma: Marita sigue su sueño, pero su legado queda
- YMCA Perú
- 18 jul
- 2 Min. de lectura

¡La Guay siempre será tu casa!
Tras varios años de entrega y compromiso, Marita se despide de YMCA Perú dejando una estela de gratitud, aprendizajes y esperanza. Su historia no solo refleja la de una profesional íntegra, sino la de una mujer con vocación profunda, que convirtió la medicina en un puente de impacto para cientos de vidas. Hoy, rendimos homenaje a una de nuestras trabajadoras más representativas de los últimos años, en una entrevista que celebra su legado.
¿Cuándo y cómo llegaste a YMCA?
Llegué a YMCA Arequipa en el año 2005. La primera doctora que inició el servicio de atención médica tenía que retirarse para hacer su especialidad, y fue ella quien me invitó a participar.
¿Qué te motivó a sumarte?
La realidad de la comunidad y lo que YMCA ofrecía para ayudar a superar las brechas existentes.
¿Qué significó para ti trabajar tantos años en YMCA?
Fueron muchos años de aprendizaje, de poder servir a quienes más lo necesitaban, de fortalecimiento de mi fe, de conocer valiosas personas, de forjar amistades que perdurarán por siempre. Agradezco cada experiencia, cada desafío que me permitió crecer personal y profesionalmente.
“Llegué para servir, me quedé para generar impacto”
¿Hay algún recuerdo, proyecto o momento especial que guardes con más cariño?
Son muchos los recuerdos que voy a guardar por siempre en mi corazón.
¿Qué es lo que más te marcó de tu trabajo con la comunidad?
Ver el impacto en la población. Cada paciente recuperado, cada logro en la vida de niños, jóvenes, mujeres, familias... eso es lo más gratificante.
¿Cómo nació tu interés por convertirte en médico?
Definitivamente, el poder ayudar a los demás. El servicio. Ser médico es un don maravilloso, pero también conlleva una enorme responsabilidad. Cada paciente que acude a nosotros nos deposita su confianza para ser recuperados, y eso no se puede defraudar. Es la salud y la vida de una persona la que está en nuestras manos.
¿Qué viene para Marita después de la guay?
Continuar mi carrera como médico especialista para poder servir mejor a mis pacientes. Para consolidarme en mi sueño de servicio médico.
¿Hay algo más que te gustaría compartir con tus compañeras, compañeros y amistades de YMCA? Siempre fuimos un gran equipo, una gran familia. He aprendido mucho de todos y cada uno de ellos. Mi gratitud por todo el apoyo, por los momentos compartidos, por la amistad. Les deseo muchos éxitos y que Dios siga bendiciendo la hermosa labor que realizan.
Un adiós que se siente como un abrazo
El paso de Marita por YMCA no fue una etapa profesional, fue una misión de vida. A través de sus palabras se confirma que su legado no se mide solo en números, sino en sonrisas, en vidas tocadas y en el amor que supo entregar desde cada consulta médica.
Desde “la Guay”, solo nos queda decir: ¡Gracias, doctora Marita!, por ser guía, ejemplo y corazón. Esta casa siempre será tuya.
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